Me hice la ligadura de trompas, no quiero hijos y no necesito tu aprobación.
Todo empezó hace unos años cuando descubrí que no quería repetir las historias de mujeres cercanas a mí. Historias tristes, dolorosas, solitarias y de abandono como las que han pasado muchas de ellas y que tristemente tienen como principales víctimas, más que a ellas mismas, a sus propios hijos:
Mi infancia la viví cuidando a mi hermano y años después a mi primo. Una infancia en la que mis responsabilidades no eran solamente hacer las tareas y colgar el uniforme al llegar del colegio sino también, estar pendiente de mi hermano, ver que comiera, que hiciera tareas, servirle la comida, llevarlo, traerlo, ponerle, quitarle, etc.
Yo quería jugar, salir al parque, tener tiempo con mis papás pero no, tenía que cuidar hijos que no eran míos, ser la adulta de la casa, madurar a la fuerza y asumir desde pequeña mi rol como mujer. Quizás esta es una vida parecida a la de muchos hermanos mayores y muchos se sentirán identificados.
Hasta que llegué a la universidad, mi papá se acercó a mí y a su responsabilidad de tener una hija más y decidió ayudarme con algunos gastos para poder ser profesional. Yo hice gran parte estando becada toda la carrera pero el punto es: ¿Cuántos años deben pasar para que un papá entienda que un hijo no es solo responsabilidad de la mamá? Al menos el mío se dejó ver con algo…
A los 23 años mi hermana quedó embarazada y no fue precisamente un cuento de hadas. El tipo hizo lo que quiso, la maltrató, la engañó y dejó a mi hermana con la responsabilidad de dos hijos. Aunque da la cara y responde por ellos ¿la responsabilidad diaria de quién es? ¡DE ELLA POR SER LA MAMÁ! Muchas madres ni siquiera pueden rehacer su vida, tener otra pareja y enamorarse por el simple hecho de ser madres.
Mi tía se fue a vivir con su novio muy joven. A los 33 años se separó y a los 35 años quedó embarazada. Para ella, sus hijos son lo más maravilloso que le pudo pasar pues siempre soñó con ser mamá. Ella es feliz con sus mellizos pero he visto cómo su vida y sus prioridades giraron siempre entorno a alguien. Primero a su pareja, luego a sus hijos y ahora a su amado hogar. ¿Y sus sueños, sus metas personales, sus logros propios? Todo eso quedó en el olvido porque, aunque con hijos también se puede salir adelante como mujer, a ella le ha costado mucho más ya que también está sola; sola lidiando con dos niños que le piden energía, tiempo, dinero y estabilidad, una estabilidad que a sus 45 años no tiene.
Mi mamá, una trabajadora incansable y luchadora por sus hijos. Una mujer que nunca le ha dedicado tiempo a su familia porque ha tenido que trabajar por ella. Madre soltera, sacó a sus hijos adelante sin necesidad de nadie pero sacrificando el tan anhelado, valioso e impagable tiempo. Mi hermano y yo siempre estuvimos a cargo de alguien. Siempre nos cuidó alguien. ¿Para que tener hijos que uno no va a cuidar, que va a ver de vez en cuando y que van a criar otros? Sonará egoísta y quizás desagradecido pero es la verdad. No me juzguen ni me odien.
Mi abuela, con 4 hijos, trabajando de aquí para allá, dio con un tipo alcohólico que la maltrataba a ella y a sus hijos. Ellos se criaron y crecieron solos viviendo situaciones que no les correspondían. Pequeños, solos y sin poder elegir.
Seguramente estas historias son muy normales para muchos pero ¿Realmente como mujeres debemos dejarnos para después por el simple hecho de ser mujeres y tener la responsabilidad terrenal otorgada por el santísimo padre de engendrar, ser madres y dar vida? ¡ME REHÚSO!
Así entonces y no por feminismo y anarquismo, sino por elección y amor hacia mí, hacia mi cuerpo y hacia mis sueños, fue que decidí hacerme la ligadura de trompas o también llamado pomeroy.
Si llegaste hasta aquí te voy a contar cómo fue mi experiencia. No soy doctora ni nada por el estilo, contaré cómo lo hice y cómo fue el proceso hasta el final.
¿Cómo empecé el procedimiento para la ligadura de trompas?
Un día por twitter leí a una chica que contaba que se había hecho la ligadura de trompas GRATIS por medio de la EPS y sin tener hijos. Hasta donde yo sabía eso no se podía porque no nos dejaban decidir no ser mamás a menos que tuviéramos hijos y además, valía un platal hacerlo.
Me llené de intriga, le pregunté y dijo: «pides cita, informas al médico y listo. Es obligatorio para las EPS ordenar esa cirugía». Pues bueno, justo por esos días tenía cita médica por un tema de rodilla y me atreví, como si estuviera por hacer algo malo, a preguntarle al doctor sobre este tema y lo que hizo fue remitirme a planificación familiar. Esto tarda lo que tarda el agendamiento de las citas en la EPS.
Resumiendo un poco el trámite, en la cita de planificación, la doctora ni me preguntó porqué iba sino que me empezó a preguntar cosas de rutina: ¿Hijos? ¿Con qué planifica? ¿Enfermedades? Y así. Le respondí y la interrumpí diciéndole que la cita era para solicitar la ligadura de trompas. Me preguntó por qué quería hacer eso. Respondí. Y soltó esta perla:
– ¿Qué tal su pareja sí quiera tener hijos? Le dije: – Entonces mi pareja deberá buscarse una mujer que le pueda dar todos los hijos que él quiera. ¡TOUCHÉ! y me dio la orden.
Esa orden es como una petición a la EPS para ver si ellos autorizan la cirugía. Se demora un día hábil la respuesta. Al día siguiente salió aprobada y me remitieron directamente con Profamilia. Ellos serían los encargados del procedimiento.
Pedí esa cita por teléfono a principios de noviembre y quedó para el 3 de diciembre. La cita específicamente se llama «pre-valoración quirúrgica para ligadura de trompas o esterilización femenina».
Llegado ese día, la doctora súper amable, cosa que es muy rara en el personal médico, me explicó todo el procedimiento, beneficios y riesgos. (Si quiere conocer más sobre esto es solo googlear y listo).
Me explicó que la ligadura de trompas se hace por laparoscopia que básicamente es una técnica quirúrgica que permite la visión de la cavidad pélvica-abdominal con la ayuda de una lente óptica. Se hace por el ombligo, te llenan de gas y hacen lo suyo: cortar y quemar las trompas de Falopio. En esa misma sesión, te hacen un tacto vaginal (tipo citología), te pesan, te examinan completamente para ver que todo esté en orden y que seas apta físicamente para operarte. Por mi lado todo OK.
Al salir, agendas en otro consultorio la fecha de la cirugía. En mi imaginario creí que eso iba a demorar mucho y que me iban a poner trabas para no hacerme esa cirugía del diablo. Para mi sorpresa había disponibilidad a partir del día siguiente. Por temas laborales debí esperar un poco y la dejé para el 26 de diciembre del 2019.
Días antes de la cirugía no tenía nada de miedo, ansiedad o arrepentimiento como algunas personas de mi familia creyeron que me iba a pasar. Mas bien tenía miedo de que, aunque la ligadura de trompas fuera ambulatoria, pudiera saliera mal o me pasara algo malo por andar de «empoderada y egoísta». Esta intervención en un porcentaje muy mínimo puede herir otros órganos o en en el pos-operatorio puede dar muy duro así que ese era el temor que tenía. También porque NUNCA había estado hospitalizada.
Sinceramente, no sentí que estuviera haciendo algo de lo que después me pudiera arrepentir. Así que ¡Adelante!
¡Llegó el día!
El día de la cirugía debe uno llegar en ayunas, sin maquillaje, esmalte y ropa cómoda, al entrar solo entras con dos toallas higiénicas y tu feminidad intacta. Entran por grupos de cinco mujeres, como ganado al matadero. Cinco mujeres mirándonos sin juzgarnos ni reprocharnos, sin conocer nuestras historias y sin medirnos con ninguna vara. Entrar en manada me hizo sentir más segura, más tranquila y menos incómoda.
Por ser la primera en llegar pude escuchar a las demás cuando daban la información médica que pedían, cosa que me sirvió para levantar alguna información más adelante.
Una enfermera nos da un vaso de muestra de orina para hacernos una prueba de embarazo antes de la ligadura de trompas. ¿Se imaginan que a alguna le saliera positivo?
Hacen la prueba en un baño, a las cinco, al mismo tiempo. Luego esperamos y pasamos una por una a dar la información médica. Edad, cantidad de hijos, enfermedades, última comida. Nos dan una bata y una bolsa para guardar la ropa. Entramos a un vestier y nos desnudamos quedando solo con lo que Dios y la vida nos regaló. Pasamos a otro lugar donde un enfermero nos hace las mismas preguntas y nos canaliza. Hasta que las cinco estemos listas, pasamos al siguiente «nivel».
De las cinco mujeres, yo era la única que no tenía hijos. Había una chica de 23 años que ya era mamá. Le pregunté su edad porque en verdad se veía de 15 años.
Mientras me canalizaban le pregunté al enfermero: – ¿Cuántas mujeres al día vienen a hacerse la ligadura de trompas? Respondió con voz de agotamiento – De 40 a 50. Bien, una gran cantidad de mujeres más estaban locas como yo. (Es sarcasmo).
Continúo…
Después de un rato y ya con mucho frío, dijeron mi nombre. Pasé a la sala de cirugía y ahí sí me dio miedito. Pero nada, full decidida, ya fue.
Justo me llegó el periodo ese día entonces estaba mucho más incómoda. Me hicieron sentar en una camilla con estribos a los lados y yo moría de incomodidad, como si mostrar mi cuerpo, mis senos y mi vagina sangrando fuera un pecado.
Un doctor, ya de edad, era el encargado de la operación. Varias mujeres al rededor eran sus auxiliares, supongo. El doctor muy amable me preguntó mi nombre y me saludó. Una de las mujeres que estaba me limpió el ombligo, me amarró y con una delicadeza característica de las bastas enfermeras de este país, me regañó por moverme y no quedarme «quietica como me dejó». ¿Dónde se educan a estas viejas? En fin…
El Doc dijo: – Vamos a empezar, respire, voy a poner la anestesia así que va a sentir mareo. Luego me puso la máscara y pum. A dormir.
¡Empiezan los gozosos!
Cuando iba despertando de la anestesia escuchaba a las enfermeras hablando de sus regalos de navidad y vainas así. Luego abrí los ojos y estaba en una habitación con las otras chicas. Entraban y salían camillas. Le pregunté al enfermero: ¿Qué hora es? – 1:25 p.m., dijo. A cirugía entré a la 1:00 p.m. Esta intervención dura 7 minutos y lo demás es el tiempo de despertar y volver a la realidad.
Si siguen ahí, gracias. No se vayan, está largo pero está muy informativo. 😀
Me pasaron a otra habitación y entre dormida escuché decir al enfermero que tenía la tensión alta; pusieron oxígeno y monitoreo (no sé como se llama lo que mide la tensión y esas cosas). Tuve que ponerme de medio lado y… ¡QUÉ DOLOR! 100 cólicos menstruales al mismo tiempo. Dos acetaminofén y listo, a esperar a que pase el efecto de la anestesia.
Recuerdo que la enfermera dijo: – Que desafortunada si es alérgica al acetaminofén porque la EPS no da nada más para el dolor. Gracias señora, nunca la voy a olvidar.
La señora que estaba a mi lado estaba muy mal. Vomitaba, estaba muy pálida y decía que le dolía la cabeza. Ella no informó que sufría de migraña así que… ¡Grave error! Siempre hay que decir todo porque aunque es una cirugía rápida es delicada y como todo, de mucho cuidado y atención.
Llegaron las otras de mi manada y bueno, todo el orden con las demás. Una tenía diabetes y otra epilepsia pero como lo informaron, todo bien, suerito, monitoreo y todo tranqui.
Después de un rato me pidieron vestirme, ponerme la toalla higiénica y me llevaron a otra sala. La toalla higiénica deben colocársela todas porque la cirugía hace que tengas un leve sangrado.
Estaba un poco mareada entonces me pusieron oxígeno de nuevo. La señora que estaba mal empezó a vomitar y a mí me entraron las ganas de acompañarla pero me contuve porque hacer contracciones en el abdomen no era buena idea en ese momento ¡Dolía demasiado!
Al rato nos dieron indicaciones pos-quirúrgicas. Dieta, nada de lácteos, granos o fritos. Reposo absoluto, limpiar la herida. El 4 de enero retiran el punto. Acetaminofén cada 8 horas y listo.
Es importante que vayan con alguien y preferiblemente en carro. También, deben tener quién las cuide los días de incapacidad, a mí me dieron 5 días pero pueden ser más. Ya en la recuperación me dolió un poco el pecho y el hombro derecho, esto se debe al gas que usan para la operación. Este gas sale solo por dos lados que supongo ya se imaginan. Para ayudarse y evacuar tu hermoso cuerpo, puedes tomar agua de anís. También tomé agua de caléndula y me puse pañitos de caléndula para que no me doliera tanto donde tenía el punto. Esto me pasó a mí pero la doctora que hizo la valoración dijo que a algunas mujeres no les da nada, ni sufren mucho.
La verdad la ligadura de trompas duele, sí, pero no más que parir (supongo); es un dolor raro, como de cólico pero también como de vaso. Después de la quitada del punto, todo es más suave. No duele nada, no queda cicatriz, es solo una pequeña linea debajo del ombligo. Debes cuidar la cicatrización y no hacer mucha fuerza por esos días cercanos.
Ejercicio y actividad sexual normal. El primer mes recomiendan usar el condón obligatoriamente, supongo que esto último es por si queda algún ovulo rondando por ahí. Mejor prevenir.
Recuerden que esto no previene enfermedades de transmisión sexual. Ya no deben planificar pero si deben usar preservativo. Tampoco es algo 100% seguro. En el mismo tuit de la chica que contaba que se había operado, habían muchas diciendo que con esta cirugía quedaban embarazadas, al igual que los hombres con la vasectomía. Según estadísticas de 500 mujeres, 1 puede quedar embarazada. Diosito, ojalá no sea yo ese 1.
Por otro lado, Profamilia también anda haciendo jornadas de vasectomías. Por la EPS este trámite es demorado pero al parecer con ellos es rápido y GRATIS. ¡Averigüen!
En temas económicos no gasté mucho, solo pagué la cuota moderadora que cobra la EPS por cualquier cita médica, en mi caso $3200. Lo demás son gastos de comida, transporte y medicamentos.
Espero les sirva esto a las chicas que han querido hacerlo pero no saben cómo; para las que creen que duele mucho o que trae algún peligro; o para los hombres que me leen y creen que esta información le puede servir a alguien.
Esta decisión no la tomé hace dos meses ni hace dos años. No se trata de querer tirar como loca sin tener consecuencias como me lo dijeron algunos hombres por ahí. ¡NO! Nunca me vi como mamá por muchos factores además de los que conté al principio de este texto.
Me prefiero a mí por encima de TODO Y DE TODOS; no quiero seguir llenando mi cuerpo de hormonas con esos métodos de planificación. Quiero una sexualidad tranquila y una vida en la que la prioridad sea yo. Si no le sirve a mi pareja, si creen que soy egoísta y si creen que me puedo arrepentir, es mi problema, es mi decisión, es mi cuerpo y soy yo lo más importante.
Gracias por leer y respetar.
Pdt: Perdón si la embarré en algunos términos médicos me pueden dejar sus comentarios y corrijo de inmediati. 🙂
Abrazos bailarines para todos y todas <3
Sus decisiones y felicidad ante todo . Nadie podrá quitarle esa sensación que siente.
NO NECESITO TU APROBACIÓN . LO MAX.🧐
Nataly, gracias por leer y entender sin juzgar. ¡Abrazo! 🙂